Gracias a su textura ligera, los sérums permiten que la vitamina C penetre con facilidad en los poros, unificando el tono, reduciendo arrugas y aportando luminosidad. Su aplicación regular estimula la producción de colágeno, mejorando la firmeza y elasticidad de la piel.

Este tipo de sérum es ideal para usar tanto de día como de noche. Se puede combinar con otros productos como cremas hidratantes, protectores solares y contornos de ojos. Sin embargo, no se recomienda mezclarlo con retinol. A diferencia de otros ingredientes que solo se enfocan en una función, la vitamina C ofrece múltiples beneficios: ayuda a tratar manchas superficiales, a reducir cicatrices, a estimular el colágeno y a proteger la piel de los radicales libres.

Para obtener los mejores resultados, se recomienda aplicarlo después de limpiar el rostro. En la mañana, se debe usar antes de la crema hidratante y el protector solar. En la noche, tras la limpieza facial se puede aplicar, sin necesidad de enjuagarlo (Sierra, 2022)